¿Sabías que tienes 11 derechos sexuales?
Probablemente es la primera vez que escuchas sobre estos derechos, a pesar de que vivimos en una sociedad en constante evolución, muchas personas aún desconocen la existencia de estos derechos y la importancia que tienen en nuestra vida sexual y emocional.
¿Desde cuándo tenemos estos derechos?
Los derechos sexuales derivan de los Derechos Fundamentales y los Derechos Humanos Universales basados en la libertad, dignidad e igualdad, inherentes a todos los seres humanos, lo cual se relaciona con una dimensión estructural tiene que ver con su libertad y la capacidad de decidir, de disfrutar y sentir el placer, así como de vivir la sexualidad acorde con los deseos, gustos y preferencias sexuales.
De acuerdo con lo anterior, la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología aprobó estos derechos en el año 1999 para asegurar la construcción y el desarrollo de una sexualidad saludable en los seres humanos y las sociedades, pues las personas necesitan satisfacer necesidades básicas como el contacto, la intimidad, la expresión emocional, el placer, la ternura y el amor. De modo que estos derechos deben ser reconocidos, respetados, ejercidos, promovidos y defendidos por todas las sociedades con todos sus medios.
Conoce tus derechos sexuales
Derecho a la libertad sexual: Establece que todas las personas pueden ejercer su sexualidad sin coerción, discriminación o violencia.
Derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexual del cuerpo: Aprueba que cada individuo tiene la capacidad de tomar decisiones libres sobre su cuerpo, también incluye el no sufrir prácticas que perjudiquen a las niñas, niños, mujeres y hombres, así como el derecho a vivir sin violencia.
Derecho a la privacidad sexual: Defiende que nadie debe interferir o invadir nuestra intimidad, incluyendo la prohibición de violaciones de nuestra confidencialidad y derecho a la privacidad en internet.
Derecho a la equidad sexual: Reconoce la equidad de género, el fin de la discriminación y la no tolerancia hacia la violencia de género.
Derecho al placer sexual: Remarca que todas las personas tienen derecho a experimentar y disfrutar del placer sexual de manera consensuada y sin imposiciones.
Derecho a la expresión sexual emocional: Reconoce el derecho a expresar tus sentimientos a través de tu sexualidad.
Derecho a la libre asociación sexual: Todo individuo es libre de tomar decisiones sobre sus relaciones personales (casarse o no, tener una relación monógama o poliamorosa).
Derecho a la toma de decisiones reproductivas responsables y libres: Cada individuo decide sobre su cuerpo y su reproductividad, así como los métodos anticonceptivos utilizados para cuidarse.
Derecho a la información basada en conocimiento científico: La información sobre sexualidad debe ser científica, libre de prejuicios por ideologías y accesible para todo el mundo.
El derecho a la educación integral de la sexualidad: Establece la necesidad de una educación sexual integral y accesible para todas las personas, desde temprana edad.
El derecho a la atención integral de la salud sexual: Garantiza el acceso a servicios de salud sexual, incluyendo la prevención y atención de infecciones de transmisión sexual y servicios de planificación familiar.
¡Haz valer tus derechos!
Una vez que conocemos nuestros derechos sexuales, es esencial que los hagamos valer en nuestra vida cotidiana. Esto implica respetar nuestros propios límites y los de los demás, así como denunciar cualquier acto de violencia o discriminación sexual que presenciemos o vivamos.
Además, es fundamental difundir esta información tan valiosa entre nuestros amigos, familiares y comunidades, para que todos estemos empoderados y podamos vivir una sexualidad plena y saludable.